La Triada de Robertson
En la madrugada del 17 de octubre me llega
un correo del Dr. Enrique Robertson
donde incluye el texto que les voy a presentar. El Dr. Robertson es un apasionado por el detective Holmes, el poeta Neruda y la ciudad de Temuco y sus alrededores, en este texto
parece unir todos esos amores ya que nos habla del genial detective para explicar
su teoría sobre el nombre de Pablo Neruda
y nosotros terminamos publicando esto desde la ciudad de Temuco. Para acompañar
este texto incluyo un dato interesante sobre el detective universal: su fama ya
estaba bien establecida cuando el joven Neftalí
Reyes era un adolescente y miraba fascinado las carteleras de los visitados
cines de la ciudad. En los periódicos locales de Temuco del sábado 15 de agosto
de 1914, se anunciaba la siguiente cartelera:
La cita nocturna con el gran detective era un éxito en Temuco. La película
correspondía a la versión de 1912 protagonizada por George Tréville, una serie
de seis cortometrajes y ese sábado se exhibe Los propietarios de Reygate (The
reigate squires),las otras cinco partes en su idioma original eran :The Musgrave ritual, Le mistére de Val
Boscombe,Flamme d’argent, Le ruban moucheté y The stolen papers.
Por último, dos datos anexos que dan
cuenta del contexto en que se desenvuelve la relación del poeta con el
detective, las películas de Sherlock Holmes se exhiben en momentos de gran
tensión mundial, se está iniciando la Gran Guerra y en Temuco, el conflicto se hace presente con
la salida de los jóvenes colonos franceses a Europa, le seguirán los alemanes y
los italianos,¿y A study in Scarlet?,se va a exhibir en Temuco en
1916 …pero eso es otra historia…
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Transcurrida
una década desde que apareció en el
Anuario 2007-2008 de la Asociación de
Amigos de Sherlock Holmes ("Círculo Holmes"de Barcelona) el
artículo de Enrique Robertson que dicha
revista anual publicó entonces destacadamente, lo reproducimos ahora, en el año 2018, para conmemorar el 130. aniversario de la primera edición de Estudio en Escarlata de Arthur Conan Doyle, novela que-en el año 1999 permitió a Robertson dar a conocer
fundamentada e irrefutablemente el
orígen del nombre electivo de Pablo Neruda.
Revelaciones en torno a Un Estudio en Escarlata ©
por Enrique Robertson (Temuco/Bielefeld/Frankfurt/Hannover)
Conmemorando
el 120 aniversario de la edición príncipe de A study in scarlet publicada
en 1898, comunico a mis amigos del Círculo Holmes de Barcelona que Sir Arthur
Conan Doyle ha reaparecido en una sesión espiritista. Barcelona fue la sede del V Congreso Espiritista al que el
invitado Sir Arthur Conan Doyle, al no poder
asistir personalmente, envió una carta de apoyo y agradecimiento. Con dicha
carta a la vista lo hemos ínvocado en una reciente sesión. Nos ha hecho en ella unas inéditas y muy
interesantes revelaciones, para darlas a conocer!. Al término de dicha sesión
-y orientados por él- llevamos a cabo la
búsqueda de unos documentos relacionados con sus revelaciones con el fin de que
los escépticos puedan comprobar que lo dicho
por el Maestro es verdad.
Así, las personas que se niegen a aceptar afirmaciones basadas u obtenidas
por técnicas parapsicológicas, podrán, por otros medios, convencerse de
la veracidad de lo que aquí quedará dicho.
Conocido nuestro especial interés por los
nombres, las dos revelaciones que conocerán -con carácter de primicia para
ustedes, amigos de Barcelona- tienen que ver, 1.- con el nombre principal : Sherlock
Holmes; y 2.-con Bischoff, nombre alemán, que nos intrigaba tanto como la
palabra alemana Rache (Venganza: que ya saben ustedes el rol que juega en Un Estudio en Escarlata). Bischoff, según Holmes (que lo menciona en el capítulo 1 del
relato) sería un criminal de Frankfurt. En el texto original de la novela (poco
después de que Stamford le presentase a Watson)
Holmes dice: “There was the case of Von Bischoff at Frankfort last year. He would certainly have been hung had this test in existence”. Holmes se refiere aquí a un test inventado por él para detectar
ínfimas huellas de sangre, afirmando que,de haber existido su prueba el año
anterior, la culpabilidad de Bischoff habría
quedado demostrada y seguramente (en Inglarerra) habría sido condenado a la
horca. Holmes cita luego, de memoria, otros cuatro casos en los cuales la
prueba también habría conducido a los inculpados a similares condenas. Éstas afirmaciones hacen que Stamford –riéndose nerviosamente, pero muy admirado-
le diga: “Parece usted un calendario viviente del crimen. Podría iniciar una publicación siguiendo esa línea general y titularla “Noticiario
policíaco de antaño” (en el original: “You seem to be a walking calendar of crime.
You might start a paper on those lines. Call it the Police
News of the Past”). Para retornar al idioma alemán, les diré, amigos
catalanes, que la primera versión germana de A Study in Scarlet se tituló Späte
Rache (Tardía Venganza),con
la palabra Rache en la imágen que ilustra al título. Éste hecho es (para mí) de no
escasa importancia porque esa versión -la del alemán al castellano- que se tradujo para la América hispana, fue la
primera que leí. Hubo otra que se tituló Un Crimen Extraño; de ésta, creo que
lo extraño es la traducción. Porque no sé qué test podría demostrar que ese
título significa: A study in scarlet. Pero también importa mucho, porque ésta es
la que leyó Pablo Neruda; poeta al que volveré más adelante. En mi hermoso y
antiguo ejemplar alemán de “Späte
Rache”, con magníficas ilustraciones de R. Gutschmidt, la traductora, Margarete
Jacobi -en la parte que nos interesa destacar aquí- hace que Stamford le diga a Holmes: “schreiben
sie doch ein Buch über Kriminalstatistik”
(“escriba usted un libro sobre Estadística Criminal”). En “El Enigma
Inaugural” (ver Anuario del Círculo Holmes, 2004-2005), me permití recomendar
la lectura de El Signo de los Tres de Umberto Eco y T.A. Sebock;
reitero mi recomendación porque aquí estamos nuevamente ante una triada: los tres nombres de la novela en la
que por primera vez conocimos a Holmes y Watson: (1) Un Estudio en Escarlata, (2) Venganza
Tardía y (3) Un Crimen Extraño. Y otra triada: los nombres del libro que -según
sugerencia de Stamford- Holmes debería
escribir, también son tres (en las traducciones que conozco): (1) Noticiario Policíaco
de Antaño (2) Estadística Criminal y (3)
Colección de Famosos Casos Criminales (éste último encontrado en una traducción
de otro traductor de A Study in Scarlet al alemán, que mantiene Späte Rache de nombre de la obra). Me es
necesario mencionar todo ésto, por su directa relación con la revelación de Sir
Arthur, que, trás tan largo preámbulo
abordaré ahora, no sin antes dejar dicho que es un claro ejemplo de la
habilidad con la que Sir Arthur Conan Doyle- y su medium “Dr. Watson”- nos relatan hechos reales, con humor y ganas
de criptificar, pero sin siempre sentirse obligados a llamar pan al pan ni vino
al vino. Me costó salir de mi asombro cuando Sir Arthur reveló esta triada en
la sesión: (1) que Bischoff no fué un criminal que habría merecido ser
ajusticiado en la horca, sino que todo lo contrario; (2) que su ciudad no fue
Franfurt sino Hannover (capital de un reino muy conocido en Inglaterra, porque
de allí procedía el consorte de la reina Victoria) y (3) que fue precisamente Bischoff
quién escribió el libro que Stamford sugería que escribiera Holmes!!. Lo dicho
bastaría; pero el compromiso de dar a los escépticos la oportunidad de
comprobar ésta aseveración (en triada), me obliga a proporcionarles los datos
que (quiero creer) les sacarán de dudas.
Para ahorrarme complicaciones, aprovecharé
las ventajas de la técnica actual; daré una información que en pocos segundos pueden
encontrar en Internet:
4 Bde. Hannover: Verlag der Hahnschen Hof-Buchhandlung.
¿Qué duda puede caberles ahora a los escépticos?
Sir Arthur Conan Doyle, por intermedio de amigos germanoparlantes, conoció muy bien
esta importante obra de Bischoff. En el
relato (“de Watson”) Holmes responde a la sugerencia de Stamford, diciéndole: (…un
libro así) “sería seguramente muy interesante”. ¡¡Y, lo mejor es que dicho
libro existe!!
Sintiéndome satisfechísimo
con esta revelación que de Sir Arthur- y
también algo eufórico y desinhibido por la extraordinaria comunicación que estaba
haciendo posible nuestro Medium, me
atreví a hacerle la pregunta,
que tantas veces antes se negó a contestar. ¿Cómo explica Ud,, de donde obtuvo y por qué eligió Ud. el asombrosamente
acertado nombre: Sherlock Holmes, para
llamar así a su amigo, el sin par y
genial detective?!. Tengo aquí que volver por a El
Enigma Inaugural (ver el Anuario 2004- 2005). Porque –aunque linde en lo increíble-
hay un paralelismo –asombroso, también- entre
la manera de elección de ese nombre, con lo que le sucedió a Pablo Neruda cuando
eligió su tan acertado nombre y se inauguró como poeta. A Neruda le costaba mucho
declarar que el acto de nombrarse Pablo
Neruda, había ocurrido de un
modo carente de toda espectacularidad. En efecto, lo leyó y adoptó -así, tan sencillamente-
de la portada de una partitura de una composición que Pablo Sarasate le dedicaba a la famosa violinista Wilma Neruda.
En el caso de Sir Arthur, sucedió que después de probar nombres que no le
dejaban satisfecho, siguió en su búsqueda de uno que -sin revelar su verdadera identidad- fuese apto para
dar un buen nombre literario al detective cuyas asombrosas aventuras quería dar a conocer al gran público.
De pronto, su mirada se detuvo en una invitación llegada ese mismo día a su despacho de médico oftalmólogo. No la había leído,
pese a que hacía horas que ésta reposaba, muy visible, sobre su escritorio. Era una tarjeta que le enviaban desde el London Ophthalmic Hospital (Moorfields); es
decir, algo casi rutinario, normal y carente de toda espectacularidad. Porque
los especialistas en Oftalmología recibían con toda regularidad invitaciones de
dicho Hospital, para asistir a sesiones clínicas en las que se discutían
temas de interés para el ejercicio práctico de la profesión. ¿Hubo
algo muy especial, esta vez? Si. En
dicha tarjeta se informaba que los especialistas que se encargarían de plantear
los temas a discutir, serían los señores Silcock y Holmes
Spicer !!.
A buen entendedor, pocas palabras;
temblando de excitación, pregunté al Maestro de qué modo podría yo a convencer
a los escépticos que -igual cuán plausible formulase mi informe- seguramente irían a poner en duda todo lo que
yo pudiera decirles de su tan extraordinaria revelación. No hubo problema; ni
siquiera me fue necesario viajar a Londres. Con una tan extrema facilidad que,
si cabe, me dejó aún más impresionado, ¡encontré
la versión alemana de uno de lös libros de Ophtalmology -que pude fotocopiar! -
donde, ignorados por los miles de ojos que los habrán leído en el transcurso de
algo más de un siglo, aparecen mencionados los profesionales de la Oftalmología
cuyos nombres dieron orígen al famoso:
de Silcock y de Holmes se generó el ¡¡Sherlock Holmes!! de Sir Arthur Conan Doyle,
Reproduzco aquí la fotocopia mencionada, para que la vean quienes aún duden:
Creo y espero que éstas dos revelaciones, en la celebración del 120. Aniversario de A Study in
Scarlet, encontrarán justo eco entre los sherlockianos. Pero, para triangular correctamente la triada y mencionar por
tercera vez El Enigma Inaugural
publicado en el Anuario 2004-2005, deseo recordarles que en aquella
oportunidad, sin poder decir entonces que fue también obtenida con la ayuda de
Sir Arthur, mencioné discretamente que el musical problema que planteaba la
interpretación en violín de una piececita de Chopin -que nunca compuso nada
para ese instrumento- estaba solucionado: Pablo Sarasate hizo del Nocturno (Op.9, N° 2) un magistral arreglo
para ese instrumento. Mme. Norman-Neruda
(“Tra-la- la-lira-lira-lay”) lo interpretaba magistralmente… para deleite de
Holmes. Sumo aquí ésta revelación: son, pues, tres; ¡y aquí termino! ¡Que
disfruten, Amigos del Círculo !; y no olvidéis que 2008 es el año en el
que celebramos el 120. Aniversario (*) del
libro A Study in Scarlet!
(*) el 130. Aniversario, en el año
2018. E. Robertson.
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