viernes, 19 de octubre de 2018

La Triada de Robertson

La Triada de Robertson

En la madrugada del 17 de octubre me llega un correo del Dr. Enrique Robertson donde incluye el texto que les voy a presentar. El Dr. Robertson es un apasionado por el detective Holmes, el poeta Neruda y la ciudad de Temuco y sus alrededores, en este texto parece unir todos esos amores ya que nos habla del genial detective para explicar su teoría sobre el nombre de Pablo Neruda y nosotros terminamos publicando esto desde la ciudad de Temuco. Para acompañar este texto incluyo un dato interesante sobre el detective universal: su fama ya estaba bien establecida cuando el joven Neftalí Reyes era un adolescente y miraba fascinado las carteleras de los visitados cines de la ciudad. En los periódicos locales de Temuco del sábado 15 de agosto de 1914, se anunciaba la siguiente cartelera:



La cita nocturna con el gran detective era un éxito en Temuco. La película correspondía a la versión de 1912 protagonizada por George Tréville, una serie de seis cortometrajes y ese sábado se exhibe Los propietarios de Reygate (The reigate squires),las otras cinco partes en su idioma original eran :The Musgrave ritual, Le mistére de Val Boscombe,Flamme d’argent, Le ruban moucheté y The stolen papers.
Por último, dos datos anexos que dan cuenta del contexto en que se desenvuelve la relación del poeta con el detective, las películas de Sherlock Holmes se exhiben en momentos de gran tensión mundial, se está iniciando la Gran Guerra y en Temuco, el conflicto se hace presente con la salida de los jóvenes colonos franceses a Europa, le seguirán los alemanes y los italianos,¿y A study in Scarlet?,se va a exhibir en Temuco en 1916 …pero eso es otra historia…

1

Transcurrida una década desde que apareció en el Anuario  2007-2008 de la Asociación de Amigos de Sherlock Holmes ("Círculo Holmes"de Barcelona) el artículo de Enrique Robertson  que dicha revista anual publicó entonces destacadamente, lo reproducimos ahora, en el año 2018,  para conmemorar el 130. aniversario de la primera edición de Estudio en Escarlata de Arthur Conan Doyle, novela que-en el año 1999 permitió a Robertson dar a conocer fundamentada e  irrefutablemente el orígen del nombre electivo de Pablo Neruda.  


Revelaciones en torno a Un Estudio en Escarlata ©
por Enrique Robertson (Temuco/Bielefeld/Frankfurt/Hannover)

Conmemorando el 120 aniversario de la edición príncipe de A study in scarlet publicada  en 1898, comunico a mis amigos del Círculo Holmes de Barcelona que Sir Arthur Conan Doyle ha reaparecido en una sesión espiritista. Barcelona fue  la sede del V Congreso Espiritista al que el invitado Sir Arthur Conan Doyle, al no  poder asistir personalmente, envió una carta de apoyo y agradecimiento. Con dicha carta a la vista lo hemos ínvocado en una  reciente sesión. Nos  ha hecho en ella unas inéditas y muy interesantes revelaciones, para darlas a conocer!. Al término de dicha sesión -y orientados por él-  llevamos a cabo la búsqueda de unos documentos relacionados con sus revelaciones con el fin de que los escépticos puedan comprobar  que lo dicho por el Maestro es verdad. 
 Así, las personas que se niegen a aceptar afirmaciones basadas u  obtenidas  por técnicas parapsicológicas, podrán, por otros medios, convencerse de la veracidad de lo que aquí quedará dicho.




Conocido nuestro especial interés por los nombres, las dos revelaciones que conocerán -con carácter de primicia para ustedes, amigos de Barcelona- tienen que ver, 1.- con el nombre principal : Sherlock Holmes; y 2.-con Bischoff,  nombre alemán, que nos intrigaba tanto como la palabra alemana Rache (Venganza: que ya saben ustedes el rol que juega en Un Estudio en Escarlata). Bischoff, según  Holmes (que lo menciona en el capítulo 1 del relato) sería un criminal de Frankfurt. En el texto original de la novela (poco después de  que Stamford le presentase a Watson) Holmes dice: “There was the case of Von Bischoff at Frankfort last year. He would certainly have been hung had this test in existence”. Holmes se refiere aquí a un test inventado por él para detectar ínfimas huellas de sangre, afirmando que,de haber existido su prueba el año anterior, la culpabilidad de Bischoff  habría quedado demostrada y seguramente (en Inglarerra) habría sido condenado a la horca. Holmes cita luego, de memoria, otros cuatro casos en los cuales la prueba también habría conducido a los inculpados a similares condenas.  Éstas  afirmaciones  hacen que Stamford  –riéndose nerviosamente, pero muy admirado- le diga: “Parece usted un calendario viviente del crimen. Podría iniciar una publicación siguiendo esa línea general y titularla “Noticiario policíaco de antaño(en el original: “You seem to be a walking calendar of crime. You might start a paper on those lines. Call it the Police News of the Past”). Para retornar al idioma alemán, les diré, amigos catalanes, que la primera versión germana de A Study in Scarlet se tituló Späte Rache (Tardía Venganza),con la palabra Rache en la imágen que ilustra al título. Éste  hecho es (para mí) de no escasa importancia porque esa versión -la del alemán al castellano-  que se tradujo para la América hispana, fue la primera que leí. Hubo otra que se tituló Un Crimen Extraño; de ésta, creo que lo extraño es la traducción. Porque no sé qué test podría demostrar que ese título significa: A study in scarlet. Pero también importa mucho, porque ésta es la que leyó Pablo Neruda; poeta al que volveré más adelante. En mi hermoso y antiguo ejemplar alemán  de “Späte Rache”, con magníficas ilustraciones de R. Gutschmidt, la traductora, Margarete Jacobi -en la parte que nos interesa destacar aquí- hace que Stamford le diga a  Holmes: “schreiben sie doch ein Buch über Kriminalstatistik”  (“escriba usted un libro sobre Estadística Criminal”). En “El Enigma Inaugural” (ver Anuario del Círculo Holmes, 2004-2005), me permití recomendar la lectura de El Signo de los Tres de Umberto Eco y T.A. Sebock; reitero mi recomendación porque aquí estamos nuevamente ante una  triada: los tres nombres de la novela en la que por primera vez conocimos a Holmes y Watson:  (1) Un Estudio en Escarlata, (2) Venganza Tardía y (3) Un Crimen Extraño. Y otra triada: los nombres del libro que -según sugerencia de Stamford-  Holmes debería escribir, también son tres (en las traducciones que conozco): (1) Noticiario Policíaco de Antaño  (2) Estadística Criminal y (3) Colección de Famosos Casos Criminales (éste último encontrado en una traducción de otro traductor de A Study in Scarlet al alemán, que mantiene Späte Rache de nombre de la obra). Me es necesario mencionar todo ésto, por su directa relación con la revelación de Sir Arthur, que, trás tan largo  preámbulo abordaré ahora, no sin antes dejar dicho que es un claro ejemplo de la habilidad con la que Sir Arthur Conan Doyle- y su medium “Dr. Watson”- nos relatan hechos reales, con humor y ganas de criptificar, pero sin siempre sentirse obligados a llamar pan al pan ni vino al vino. Me costó salir de mi asombro cuando Sir Arthur reveló esta triada en la sesión: (1) que Bischoff no fué un criminal que habría merecido ser ajusticiado en la horca, sino que todo lo contrario; (2) que su ciudad no fue Franfurt sino Hannover (capital de un reino muy conocido en Inglaterra, porque de allí procedía el consorte de la reina Victoria) y (3) que fue precisamente Bischoff quién escribió el libro que Stamford sugería que escribiera Holmes!!. Lo dicho bastaría; pero el compromiso de dar a los escépticos la oportunidad de comprobar ésta aseveración (en triada), me obliga a proporcionarles los datos que (quiero creer) les sacarán de dudas. 

 Para ahorrarme complicaciones, aprovecharé las ventajas de la técnica actual; daré una información que en pocos segundos pueden encontrar en Internet:
 Bischoff, Wilhelm F., 1833-40. Merkwürdige Criminal-Rechts-Fälle  für  Richter, Gerichtsärzte, Vertheidiger und Psychologen. Herausgegeben  von  Dr. Bischoff,  Großherzoglich-Sächsischem Criminal Richter, Dirigenten des Criminalgerichts in Eisenach, des Großherzoglich-Hessischen Ludwigsordens Ritter Erster Classe.-
4 Bde. Hannover: Verlag der Hahnschen Hof-Buchhandlung.
 El Dr. Wilhelm F. Bischoff, juez de lo criminal, con altos cargos y títulos, reunió y publicó, en 4 volúmenes (para información de jueces, médicos forences, abogados y psicólogos) los casos criminales más extraños y notables sucedidos entre los años 1833-1840.
¿Qué duda puede caberles ahora a los escépticos? Sir Arthur Conan Doyle, por intermedio de amigos germanoparlantes, conoció muy bien esta importante obra de Bischoff.   En el relato (“de Watson”) Holmes responde a la sugerencia de Stamford, diciéndole: (…un libro así) “sería seguramente muy interesante”. ¡¡Y, lo mejor es que dicho libro existe!!
                           Sintiéndome satisfechísimo con esta revelación que de Sir Arthur-  y también algo eufórico y desinhibido por la extraordinaria comunicación que estaba haciendo posible nuestro Medium, me  atreví a hacerle la pregunta, que tantas veces antes se negó a contestar. ¿Cómo explica Ud,, de donde obtuvo y por qué eligió Ud. el asombrosamente acertado nombre: Sherlock Holmes, para llamar así a su amigo, el sin par y genial detective?!. Tengo aquí que volver por  a El Enigma Inaugural (ver el Anuario 2004- 2005). Porque –aunque linde en lo increíble- hay un paralelismo –asombroso, también-  entre la manera de elección de ese nombre, con lo que le sucedió a Pablo Neruda cuando eligió su tan acertado nombre y se inauguró como poeta. A Neruda le costaba mucho declarar que el acto de nombrarse Pablo Neruda, había ocurrido de un modo carente de toda espectacularidad. En efecto, lo leyó y adoptó -así, tan sencillamente- de la portada de una partitura de una composición que Pablo Sarasate le dedicaba a la famosa violinista Wilma Neruda. En el caso de Sir Arthur, sucedió que después de probar nombres que no le dejaban satisfecho, siguió en su búsqueda de uno que -sin  revelar su verdadera identidad- fuese apto para dar un buen nombre literario al detective cuyas asombrosas  aventuras quería dar a conocer al gran público. De pronto, su mirada se detuvo en una invitación llegada ese mismo día a su despacho de médico oftalmólogo. No la había leído, pese a que hacía horas que ésta reposaba, muy visible, sobre su escritorio.  Era una tarjeta que le enviaban desde el  London Ophthalmic Hospital (Moorfields); es decir, algo casi rutinario, normal y carente de toda espectacularidad. Porque los especialistas en Oftalmología recibían con toda regularidad invitaciones de dicho Hospital, para asistir a sesiones clínicas en las que se discutían temas  de interés  para el ejercicio práctico de la profesión. ¿Hubo algo muy especial, esta vez?  Si. En dicha tarjeta se informaba que los especialistas que se encargarían de plantear los temas a discutir, serían los señores Silcock  y Holmes Spicer !!.

A buen entendedor, pocas palabras; temblando de excitación, pregunté al Maestro de qué modo podría yo a convencer a los escépticos que -igual cuán plausible formulase mi informe-   seguramente irían a poner en duda todo lo que yo pudiera decirles de su tan extraordinaria revelación. No hubo problema; ni siquiera me fue necesario viajar a Londres. Con una tan extrema facilidad que, si cabe, me dejó aún más impresionado, ¡encontré la versión alemana de uno de lös libros de Ophtalmology -que pude fotocopiar! - donde, ignorados por los miles de ojos que los habrán leído en el transcurso de algo más de un siglo, aparecen mencionados los profesionales de la Oftalmología cuyos nombres dieron orígen al famoso:

 de Silcock y de Holmes se generó el  ¡¡Sherlock Holmes!!  de Sir Arthur Conan Doyle, 





 Reproduzco aquí la fotocopia mencionada,  para que la vean quienes aún duden:


Creo y espero que éstas dos revelaciones, en la celebración del 120. Aniversario de A Study in Scarlet, encontrarán justo eco entre los sherlockianos. Pero, para triangular correctamente la triada y mencionar por tercera vez El Enigma Inaugural publicado en el Anuario 2004-2005, deseo recordarles que en aquella oportunidad, sin poder decir entonces que fue también obtenida con la ayuda de Sir Arthur, mencioné discretamente que el musical problema que planteaba la interpretación en violín de una piececita de Chopin -que nunca compuso nada para ese instrumento- estaba solucionado: Pablo Sarasate  hizo del Nocturno (Op.9, N° 2) un magistral arreglo para ese instrumento.  Mme. Norman-Neruda (“Tra-la- la-lira-lira-lay”) lo interpretaba magistralmente… para deleite de Holmes. Sumo aquí ésta revelación: son, pues, tres; ¡y aquí termino! ¡Que disfruten, Amigos del Círculo !; y no olvidéis que 2008 es el año en el que celebramos el 120. Aniversario (*) del libro A Study in Scarlet!    


(*) el 130. Aniversario, en el año 2018.                                                E. Robertson.