La Iglesia Anglicana de Temuco,ubicada al costado nor poniente de la Plaza Teodoro Schmidt.Al fondo,el cerro Ñielol.Foto de los años cuarenta,aprox.
Cuenta Pablo de Alon,gran cronista de Temuco,en un artículo publicado en el Diario Austral de esta ciudad titulado:"Neruda en el Temuco de Ayer",que la ciudad de Temuco le fue entregando al poeta una serie de elementos vitales ,de sus gentes y sus paisajes,entre ellos menciona al tío Orlando,la madre,su primera maestra,Blanca Marín,su casa sencilla y verde como un bosque sureño,el padre brisquero,etc.Pero resulta interesante como el cronista destaca una costumbre del poeta que cultivó desde siempre : la observación. Lo importante es que nos muestra un lugar donde parece haber practicado esa actividad en forma asidua y durante toda su vida :la Plaza Teodoro Schmidt..El cronista lo relata así :
"Ahí veo a Neruda sentado en un escaño de la plaza "El Manzano",hoy Teodoro Schmidt,observando la bella y alada estampa de la Iglesia Anglicana,mientras que de su vieja pipa,salían azules volutas de humo".
La Plaza Teodoro Schmidt no se llamaba así en sus orígenes,tenía un nombre más poético :la Plaza de los Manzanos y aunque no nació como plaza siempre fue un espacio abierto,como si estuviera en su destino ser plaza y solo plaza.Su espacio fue el corazón de lo que se llamó "la Colonia Temuco",los inmigrantes alemanes y suizos traídos por el estado en 1883,pero no hablaremos de eso en este espacio,tampoco de como esos inmigrantes fueron armando con sus manos esta plaza,tampoco de las grandes inundaciones que provocaba la subida de los esteros en tiempos invernales,de los colegios y teatros,restaurantes y caminos que llevaban al sector poniente del pueblo,antes de que se creara la Avenida Alemania.Tampoco vamos ha detallar cuando empezó a ser plaza o porqué es la plaza con más cambios de nombre en la ciudad.Menos aun,vamos a contar la singular costumbre que tenían Carlos Sadleir,líder de la Iglesia Anglicana y Tomás Guevara,historiador y profesor del Liceo de Hombres de Temuco,ambos se trenzaban en interminables disquisiciones intelectuales en la Plaza de los Manzanos.El británico Sadleir creía estar en una plaza londinense de la época Victoriana y en la esquina sur poniente de la plaza escuchaba las exposiciones de Guevara sobre la actualidad nacional o mundial y después lo contradecía o exponía sus ideas y era confrontado por el profesor,todo esto para deleite de los transeúntes deseosos de ser espectadores de estas disputas de dos personajes tan renombrados en la ciudad.
Pero volviendo a nuestro poeta, quiero destacar este detalle de su vida cotidiana,ahí,en la esquina norponiente esta el lugar favorito de Pablo Neruda para sentarse a descansar,a escribir,a imaginar desde sus tiempos de adolescencia,a los 14 años,cuando tomaba su larga e interminable calle Lautaro que lo dejaba en la plaza y doblaba por la Avenida Benjamín Vicuña Mackenna hasta llegar al diario La Época donde trabajaba el tío Orlando Mason,¿cuántas veces hizo este recorrido?,imaginamos que muchas,¿cuántas veces se quedo extasiado mirando esta hermosa iglesia?,no sabemos,lo que si sabemos es que hoy día tenemos el privilegio de recordar al poeta en uno de sus lugares favoritos,incluso les puedo revelar que la casa donde estaba el diario La Época, todavía,por un milagro de la historia,existe y es uno de los dos lugares concretos nerudianos que se conservan integros desde esos años....pero esa es otra historia.
Pero volviendo a nuestro poeta, quiero destacar este detalle de su vida cotidiana,ahí,en la esquina norponiente esta el lugar favorito de Pablo Neruda para sentarse a descansar,a escribir,a imaginar desde sus tiempos de adolescencia,a los 14 años,cuando tomaba su larga e interminable calle Lautaro que lo dejaba en la plaza y doblaba por la Avenida Benjamín Vicuña Mackenna hasta llegar al diario La Época donde trabajaba el tío Orlando Mason,¿cuántas veces hizo este recorrido?,imaginamos que muchas,¿cuántas veces se quedo extasiado mirando esta hermosa iglesia?,no sabemos,lo que si sabemos es que hoy día tenemos el privilegio de recordar al poeta en uno de sus lugares favoritos,incluso les puedo revelar que la casa donde estaba el diario La Época, todavía,por un milagro de la historia,existe y es uno de los dos lugares concretos nerudianos que se conservan integros desde esos años....pero esa es otra historia.
Vista del sector nor poniente de la Plaza Teodoro Schmidt.
Plano de 1893 donde vemos la manzana Nº63 que hoy ocupa la Plaza Teodoro Schmidt.En ese año estaba destinada a la construcción definitiva del Liceo de Hombres de Temuco,que después se llamaría Liceo Pablo Neruda.Debemos destacar el curso del Estero Coilaco que atravesaba la manzana en esos años y en los meses de invierno cortaba la ciudad de oriente a poniente,dejando aislado el barrio de la "Colonia Temuco".Podemos ver en la manzana 59 el Cuartel de Policía Urbana,donde hoy esta el Mercado Municipal y en la manzana 58 donde hoy en día esta la sede de la Universidad de La Frontera en la esquina frente a la futura Plaza de los Manzanos,una Escuela Superior.
Vista actual de la Iglesia Anglicana.
La "Sociedad Misionera Evangélica Sudamericana de Londres",es la organización que en Temuco se conoce como "La Misión Anglicana".En 1895 se instala la Misión Araucana de Cholchol,conducida por Carlos Sadleir,superintendente general de la Misión Araucana,también formaban parte de la Iglesia, Guillermo Wilson,director y superintendente de Cholchol,Felipe Walker,capellán de la Iglesia Anglicana de Santiago y en Maquehue estaba Dillman S.Bullock.
En 1898 el internado era de 206 alumnos en Cholchol,una escuela rural en Carrirreñi,reducción del cacique Juan Painemal con 30 alumnos a cargo de Juan Huaiquin,también la escuela nocturna Tranahuillín,casa de Andrés Llancao regida por Carlos Moreno.
En esta Iglesia se combate el alcoholísmo con "conferencias de temperancia ilustradas con vistas de linterna mágica",demostrando con cuadros y diagramas el terrible efecto del vicio.
Detalle de la Iglesia Anglicana,por la Avenida Benjamín Vicuña Mackenna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario